viernes, 28 de septiembre de 2012

sábado, 15 de septiembre de 2012

Palabras como estocadas

A la mierda tú y tus putos principios. Estoy hasta la polla de ti y de que me vendas la moto con tantas palabras que se desvanecen como el humo de tus putos cigarros. Estoy hasta la polla de que me conquistes con una mirada y de que pierda el culo por ti cuando tú me tienes de plan B. De verdad, no soporto que te busque entre otras personas que se supone que no te llegan a la suela de los zapatos en la discoteca y te encuentre haciendo cosas que supuestamente perjuraste que ya no ocurrían. Vete a la mierda, porque no te entiendo, ¿No era yo distinta para ti? ¿No me dijiste que era especial? Es que te odio, te odio como no creí que te fuera a odiar, te odio joder. No teníamos nada, lo nuestro sólo eran palabras, palabras que me hiciste creer, palabras que quise creer, palabras tan llenas de significado para mi, y en el fondo tan vacías como nuestras manos. ¿Y tus famosos principios? ¿Y esa integridad de la que siempre me hablaste? ¿Y todos esos credenciales con los que  ahora me voy a limpiar el culo? Ojala pudiera no volver a verte, olvidar todo lo que sé de ti, olvidar todo lo que me gustas, porque yo soy sincera ¿Sabes? Y cuando dijimos todas esas cosas yo las decía de verdad, aunque ahora veo que soy la única que apostó por nosotros. Lo que más rabia me da es que cuando mañana me hables por cualquier tontería yo voy a volver a perder el culo por ti, porque esto es así, las cosas no se dejan de sentir de un día para otro. Tú no vas a dejar de ser basura de un día para otro, y yo no voy a dejar de pensar que eres el tío más maravilloso del mundo por muchas veces que te vea haciendo el payaso con esa niñata en cualquier puta esquina.
Si tú no pones empeño, yo no puedo hacer el trabajo de los dos. Si tú no quieres dormir conmigo, yo prefiero dormir sola. Si tú pasas, para mi ya no existes. Si intentas chulearme las cosas te van a salir mal porque ¿ Sabes? tú mismo me lo dijiste, dijiste que yo no era como el resto, que nunca habías conocido a alguien igual, y no sabes hasta que punto eso es lo único cierto que has dicho en tu puta vida.

BUENAS NOCHES Y BUENA SUERTE COLEGA

viernes, 14 de septiembre de 2012

¿Haces el amor o lo compras hecho?


Es como si cuando comienzas a perder el culo por alguien, hicieras un cursillo intensivo sobre esa persona. Que yo sé la cara que pones cuando te sobrepasan las situaciones, cuando necesitas más queso en tus macarrones y cuando traginas con alguna de tus ideas maquiavélicas. Yo sé en que lugares te tengo que pulsar, que sitios están prohibidos y sé porqué tienes esa pequeña cicatriz en el codo y que en el fondo, me quisiste con locura, aunque siempre fueras reservado. Aprendí que te gusta dormir abrazado, pero que no debía meterme con esos pantalones tuyos. Que te gusta desayunar cosas frías y que de pequeño eras un trasto, y que tan solo has construido una fachada de "chico duro" pero que me dejaste penetrar en tu fortaleza para comprender que bajo esa fachada se esconde un pequeño futuro marido que hará el desayuno a su mujer cada mañana y que no se achanta ante cuatro tonterías. Aprendí que levantaste ese muro porque te habían roto ya ese corazoncillo y que hay tatuajes, que no se borran.
Da pena, porque cuando empiezas a perder el culo por alguien aprendes cosas geniales de esa persona, y cuando todo acaba tienes que olvidarlas, porque ya no te sirven, porque esas cosas con las que te hacen daño, porque en el fondo esas pequeñas cosas son las que hicieron a esa persona ser tan grande...


-YO LO HAGO

Me gusta ser una pequeña pieza en tu extraña vida

Es como si el mundo siguiera en funcionamiento a nuestro alrededor mientras nosotros nos congelamos en el tiempo dándonos todos esos besos que le faltan a esta maldita ciudad, haciéndole ese favor. No eres "el amor de mi vida" ni "mi alma gemela" pero yo estoy comiendo de tu mano, y tú pierdes el culo por mi, y por eso me gusta pensar que ocupo un pequeño lugar en tu vida que en cierto modo me he ganado a pulso después de todas esas destartaladas tardes y de tantas conversaciones de almohadas.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Éramos parte del mismo colchón

Dijiste que podríamos construir nuestro propio mundo con tan solo querernos y ahora miro desde fuera las ruinas de todo lo que llegamos a construir.
Nunca suelo decidirme entre cuando alejarme o intentarlo un poco más. Pierdes interés si te arrimas pero  no te olvido cuando estoy sola en mi cama, porque tu puto olor sigue entre mis sábanas. Destruíste tan sólo con tocarme el muro que formé con las ruinas que dejaste la última vez. Quiero pedirte que no te acerques porque me junto más de la cuenta con que tu aliento me roce un poco la oreja.
Me hiciste sonreir a la cuidad que se extendía ante mis pies cada vez que me acostaba guardando cada milimetro de brisa que rozaba mis labios para ti y al final se me deshizo el mundo, ese mundo que contruímos con tan solo querernos en las putas manos.
Dijiste que seríamos invencibles como gigantes y caímos destruidos por nuestros fantasmas. Tu por mi. Yo por ti...
Dijiste que nunca tendría que contar los días que pasamos en uno sin el otro y cuatrocientos noventa y siete días después me pregunto en que momento del camino dejaré de contar, en que momento voy a encontrar un atajo para desprenderme de tu camino, que no ha sido fácil de avanzar...
Dijiste que no tendría que recordarte porque seguiríamos viviéndolo cada día y ahora tengo que hacer memoria y recordar todas estas palabras que son cicatrices, que fueron como seísmos sobre el mundo que construímos. Tú sueñas con que algún día pueda volver habiendo olvidado, sueñas con que algún día te diga "lo conseguimos" y sin embargo aquí me tienes, el dos de septiembre a las dos y media de la mañana escribiendote esto después de haberte visto, después de que intentando no buscarte me encontraras una vez más, pensando si realmente fui yo la única que creía que cuando decías "para siempre" iba en serio.